La recuperación de la arquitectura tradicional con barro
Viajamos a Málaga para conocer un interesante proyecto de economía circular en el que se aprovechan los desechos del dragado del Guadalquivir, lodos que sirven para fabricar elementos cerámicos.
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Los alrededores del municipio de Vélez-Málaga han sido territorio de tejares desde hace siglos. Sin embargo, con la crisis de la construcción en 2008, muchos tejares de la zona tuvieron que cerrar. Y otros, como el que visita el programa Espacio protegido, se reinventaron para utilizar diseños y formatos nuevos.
No obstante, el proceso continúa como hace siglos. La tierra viene de canteras vecinas, se mezcla con pizarra traída también de la vecindad y se le añade agua hasta tener la consistencia precisa.
Una producción sostenible y un producto, el barro, que se investiga en la Universidad de Málaga por sus propiedades biolclimáticas y su uso en la arquitectura tradicional. La empresa que hemos visitado, además, tiene un proyecto de economía circular para utilizar los lodos del dragado del Guadalquivir, en Sevilla, para hacer material de construcción.